jueves, 29 de septiembre de 2016

Viena, Austria: Ópera Estatal de Viena.


Holaaa!! De nuevo estoy aquí, en ese caso os sigo hablado de Viena pero concretamente de su Ópera Estatal.

Aquí os dejo los post anteriores sobre Viena: 


La Ópera Estatal de Viena, está ubicada en Viena, Austria, es una de las más importantes compañías de ópera mundiales. Hasta 1920, se llamó Ópera de la Corte de Viena. Es el centro neurálgico de la vida musical vienesa y uno de los polos de atracción del mundo musical.

El teatro original de la Ópera Estatal es un edificio neorrenacentista muy criticado por los vieneses cuando se alzó, se construyó entre 1861 y 1869, sobre un proyecto de los arquitectos vieneses Eduard van der Nüll y August Sicard von Sicardsburg. Ambos arquitectos fallecieron antes de ver terminado el edificio. En la decoración interior participaron otros renombrados artistas, particularmente el pintor Moritz von Schwind, que pintó los famosos frescos del foyer y la terraza. El teatro fue inaugurado el 25 de mayo de 1869 con la ópera de Mozart Don Giovanni.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el 12 de marzo de 1945, el edificio sufrió un bombardeo aéreo y posteriormente un incendio que destruyó totalmente el escenario y la sala de espectadores. Casi todo el decorado y los apoyos para más de 120 óperas con cerca de 150.000 trajes resultaron destruidos. Sólo la fachada principal, la gran escalera y el vestíbulo con los frescos de Schwind se salvaron. La Ópera Estatal se albergó temporalmente en el Theater an der Wien y en la Volksoper.

Justo después del final de la guerra, en mayo de 1945, se anunció que los trabajos de reconstrucción se iniciarían inmediatamente. El proyecto contemplaba la reconstrucción de la sala con un diseño similar al original, pero con decoración más acorde con las tendencias de diseño de la época, si bien se mantuvieron los colores tradicionales, rojo, oro y marfil. Toda la sala se recubrió en madera, con el fin de recuperar la brillante acústica original. Se redujo el número de asientos del patio de butacas y se reestructuró el cuarto piso para eliminar las columnas, que reducían la visibilidad. La fachada, el vestíbulo y el foyer de Schwind se restauraron en su estilo original.

El teatro reconstruido, con 2.284 plazas, en lugar de las 2.881 originales, se reabrió el 5 de noviembre de 1955, poco después de la firma del tratado que restableció a Austria como estado independiente, con la representación de la ópera de Beethoven Fidelio dirigida por Karl Böhm.

Entre 1991 y 1993 se renovó completamente toda la zona escénica, instalando plataformas hidráulicas de la última tecnología, así como nuevas instalaciones de suministro eléctrico, calefacción, ventilación y protección contra incendios en todo el edificio. Asimismo, se construyó una nueva sala de ensayos de escena, denominada "Sala Carlos Kleiber". Entre las particularidades del edificio, se puede citar la Orgelsaal, sala del órgano, en la sexta planta, que contiene un gran órgano de 2.500 tubos, cuyo sonido se transmite directamente a la sala de espectadores. La misma sala se utiliza en ocasiones para otros efectos acústicos, como el sonido de los yunques en El oro del Rin, de Richard Wagner.
Durante décadas, desde 1877, el Teatro de la ópera ha sido el lugar de celebración del Baile de la Ópera.

A partir de mediados del siglo XVII, durante el reinado de Leopoldo I, empieza a ser habitual que se represente ópera italiana en la corte de Viena, con la ayuda de diferentes compositores y libretistas traídos de Italia para tal fin. Las óperas eran interpretadas por los miembros de la Hofkapelle, que también se ocupaba de la música litúrgica y de amenizar los banquetes de la corte. Las representaciones se daban en diferentes lugares de Viena, adaptados para tal fin. Desde 1741 las representaciones comenzaron a darse en el nuevo Burgtheater de la Michaelerplatz, una antigua pista de juego de pelota reconvertida. Paralelamente, se utilizó el Schlosstheater, acondicionado en el palacio de Schönbrunn. El público de la ópera real estaba restingido a miembros de la corte, embajadores extranjeros y visitantes de alto rango, si bien, desde 1728, los ciudadanos comenzaron a poder asistir a representaciones de adaptaciones operísticas de las obras que se componían para la corte en un teatro de gestión privada, el Kärntnertortheater, situado cerca del actual emplazamiento de la Ópera Estatal.

Alrededor de 1776, el emperador José II decreta la "Libertad teatral" en Viena, que supone el final del monopolio de la corte sobre los espectáculos teatrales. A partir de ese momento permite que otras compañías utilicen el Burgtheater o el Kärntentortheater para montar sus propios espectáculos. El propio José II asume la gestión de los teatros. Al mismo tiempo, comienza a favorecer la representación de obras en idioma alemán, frente al monopolio italiano. Esta fue la situación que favoreció la composición y el estreno de diversos Singspiele, como, entre otros, El rapto en el Serrallo, de Mozart. Sin embargo, Mozart sufrió mucho más para poder ver representadas sus comedias italianas en los teatros de la Corte.

Al principio del siglo XIX los teatros de la corte siguieron manteniendo su posición predominante en la escena musical vienesa, porque eran los únicos que podían asumir el montaje de las nuevas óperas románticas, que comenzaban a llegar desde Italia y Francia. En esa época la mayoría de las representaciones se producía en el Kärntentortheater, cuya gestión se cedía a sucesivos empresarios, por lo general italianos. En 1854 Carl Eckert se convirtió en el primer director de la Ópera Imperial que también ostentaba el cargo de director musical. Esta situación se repitió a menudo desde ese momento, culminando con el nombramiento de Gustav Mahler en 1897. Durante el mandato de Eckert llegaron por primera vez a la Hofoper las óperas de Wagner, Lohengrin en 1858 y Tannhäuser en 1859.

Al decretarse la demolición de la vieja muralla de Viena, y el trazado de la moderna Ringstraße, se decidió la construcción del nuevo teatro. La nueva casa de ópera permitió el rápido desarrollo de la compañía, que alcanzó una primera edad de oro durante el mandato de Wilhelm Jahn de 1881 a 1897, qué compartió la dirección musical con Hans Richter.

Gustav Mahler es otro de los muchos ilustres directores que trabajaron en Viena. Durante el desempeño de su cargo de 1897 a 1907 Mahler cultivó una nueva generación de cantantes, tales como Anna Bahr-Mildenburg, Selma Kurz y Leo Slezak y reclutó un escenógrafo que reemplazara los decorados históricos por otros más concordes con los modernistas gustos del Jugendstil. Mahler introdujo igualmente la práctica de atenuar la luz en el teatro durante las representaciones, lo que inicialmente no fue apreciado por el público. Sin embargo, las reformas de Mahler fueron mantenidas por sus sucesores.

Durante los años del nazismo en Austria, entre 1938 y 1945, muchos miembros de la compañía fueron perseguidos por motivos políticos o raciales, mientras que muchas óperas del repertorio fueron prohibidas.

Tras la destrucción del teatro en marzo de 1945, la compañía se instaló en el teatro de la Volksoper, donde presentó una representación de Las bodas de Fígaro el 1 de mayo siguiente, y otra de Fidelio el 6 de octubre en el Theater an der Wien, una vez que se concluyó una rápida restauración de ese teatro. Durante los diez años siguientes, la compañía se alojó en estas dos sedes.

La reapertura del Teatro en 1955 constituyó un histórico festival operístico, en el que se representaron sucesivamente siete títulos significativos del repertorio de la compañía, comenzando el 5 de noviembre con el Fidelio dirigido por Karl Böhm, al que siguieron Don Giovanni, Aida, Los maestros cantores de Núremberg, Wozzeck, Der Rosenkavalier y La mujer sin sombra. Además, Bruno Walter dirigió la novena de Beethoven.

Hasta que Herbert von Karajan asumió la dirección, Viena mantuvo un conjunto permanente. Von Karajan introdujo la política de contratar cantantes invitados. El excepcional grupo de cantantes de esa era formó un celebrado elenco con intérpretes como Lotte Lehmann, Maria Jeritza, Sena Jurinac, Irmgard Seefried, Elisabeth Schwarzkopf, Christa Ludwig, Maria Cebotari, Elisabeth Grümmer, Elisabeth Hoengen, Anton Dermota, Eberhard Wächter, Walter Berry, etc.

Tras la renuncia de Franz Welser-Möst, en 2014, la compañía funciona actualmente sin un director musical fijo, situación que se ha repetido frecuentemente en la historia del Teatro. Otros directores en Viena han sido Hans Richter, Felix von Weingartner, Richard Strauss, Clemens Krauss, Wilhelm Furtwängler, Bruno Walter, Karl Böhm, Herbert von Karajan, Lorin Maazel, Claudio Abbado, Riccardo Muti y Seiji Ozawa. En la actualidad, algunos de los directores más importantes dirigen regularmente en la Staatsoper, entre ellos Philippe Auguin, Adam Fischer, Daniele Gatti, Jesús López Cobos, Ingo Metzmacher, Marc Minkowski, Peter Schneider, Jeffrey Tate o Christian Thielemann.

La Ópera Estatal de Viena está muy unida a la Orquesta Filarmónica de Viena, que es una sociedad independiente, pero cuyos miembros se reclutan entre los de la orquesta de la Ópera Estatal de Viena, tras un periodo de prueba y varias audiciones.

Aquí os dejo algunas fotografías:




 


Espero que os haya gustado el post de hoy.
La semana que viene os hablare de la actual Ópera de Viena.
!Un Saludo! Ana.


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